El apego materno es aquel que
se genera luego del parto y que permite garantizar un desarrollo emocional
adecuado del niño. Es relevante porque marca su relación con los afectos
durante toda la vida.
Al nacer, los niños y niñas no sólo necesitan una buena
atención médica, sino que también requieren del afecto y contacto necesario con
su madre desde el primer momento es innegable, la importancia
del apego radica en cuánto amor recibe el bebé durante sus
primeros dos años de vida, tiempo en que se desarrolla su seguridad emocional.
Durante este período sensitivo se desarrolla un apego
progresivo que se explica por las interacciones recíprocas entre la madre y su
hijo en los primeros momentos de relación.
El recién nacido viene preparado para esta interacción, normalmente
los recién nacidos duermen la mayor parte del tiempo, en los primeros días de
vida, con escasos momentos de alerta, Pero al nacer, al cabo de 3 a 5 minutos,
comienzan un estado de alerta muy significativo de alrededor de 40 a 60
minutos, que es el más largo del primer mes de vida, es durante esta alerta,
donde el recién nacido está genéticamente preparado para esta mágica
interacción, si la práctica hospitalaria retira al bebé de su madre en este
preciso período, priva a ambos de esta maravillosa vivencia inicial y disminuye
parte de la calidad e intensidad del apego.
En esta primera interacción madre-hijo, ocurren muchos
fenómenos interesantes, primero la madre observa a su recién nacido ojo a ojo,
el niño responde concentrando la mirada en su madre, luego comienza a tocarlo
delicadamente y de manera progresiva, comenzando generalmente por las manitas,
luego los pies y finalmente el resto del cuerpo, la madre le habla suavemente
con voz de tonalidad alta, el RN responde con algunos movimientos tenues de
cara y manos; esto confirma a la madre que el niño está atento y en comunicación
directa con ella, el niño llora, el
llanto erecta los pezones maternos y estimula a las hormonas prolactina y oxitócica,
se produce una sincronía entre el lenguaje materno, cadencioso y los
movimientos del niño.
La madre lleva al RN al pezón y éste lo frota hasta que
emerge la primera gota de calostro, plena de linfocitos T, linfocitos B y
macrófagos, que entregan al niño la clave de los anticuerpos a formar, para defenderse de la flora
bacteriana de la piel materna.
Estos primeros momentos e interacciones son primordiales
en el inicio del apego.
IMPORTANCIA
DEL APEGO SEGURO
El apego seguro se da cuando la persona que cuida
demuestra cariño, protección, disponibilidad y atención a las señales del bebé,
lo que le permite desarrollar un concepto de sí mismo, positivo y un sentimiento de confianza.
LA IMPORTANCIA DEL APEGO MATERNO EN EL DESARROLLO DEL
NIÑO
- La lactancia produce más apego y el apego más lactancia.
- La lactancia es un vínculo virtuoso.
- El pecho le otorga al recién nacido sustrato de neurotransmisores.
¿PODEMOS DETECTAR
PRECOZMENTE DISFUNCIÓN EN EL APEGO?
La disfunción en el apego puede ser detectada, tanto en
la madre como en el recién nacido, a través de una observación clínica y
conversando e interrogando a la madre.
Debemos recordar que dicha disfunción es perjudicial tanto
para la madre como para su hijo, la madre con disfunción en apego, es una mujer
tensa y angustiada, que se siente incompetente para criar y amamantar a su hijo
porque básicamente no se puede comunicar con él y no entiende sus claves
comunicacionales, no discrimina entre un llanto de hambre, de sueño, de
enfermedad, de estar sucio e incómodo, o de otra naturaleza, ello la impulsa a
conductas, a veces, muy neuróticas, de sobrealimentación forzada, de excesivo
número de mudas e inclusive consultar médico sin ser necesario, esta situación
de angustia e incompetencia, la va deprimiendo progresivamente hasta el grado
de perder la motivación por su hijo, terminar la lactancia natural y llegar al
extremo de perder el amor por él, ello, en casos extremos puede explicar diversas
conductas de maltrato hacia su hijo, transformando a su pareja en cómplice.
El recién nacido o lactante menor con disfunción en apego,
también está muy tenso, comprende a su manera, que algo no funciona bien, que
no es entendido en sus demandas y que es de cierto modo, agredido con la alimentación
y demás procedimientos, altera su ritmo de sueño y alimentación, padece de
aerofagia y cólicos consecuentes, y desarrolla conductas reactivas a dicha
agresión, con rechazo al exceso de alimentación y llantos excesivos e
incontrolables, ello, confunde más a su madre y se crea un círculo vicioso en
el cual cada uno agrede y enferma al otro.
Una detección precoz de esta disfunción en el apego por
un profesional de la salud con experiencia, puede revertir el problema y
reencauzar el apego hacia una evolución normal, a veces sólo basta con explicar
a los padres la naturaleza del problema y convencer a la madre de su real
competencia en la crianza de su hijo para que el problema se solucione.
Características del recién
nacido sano con apego normal
- Está siempre contento.
- Mirada atenta, especialmente con su madre.
- Se calma en brazos de su madre.
- Buena succión y deglución.
- Manifiesta su hambre y plenitud.
- Adquiere un patrón de alimentación regular, sin cólicos.
Características
del recién nacido sano con apego patológico
- Está irritable y/o dormilón.
- Mirada esquiva.
- No se calma en brazos de su madre (esta, lo mece constantemente).
- Succión pobre o descoordinado.
- Aerofagia y vómitos frecuentes.
- Llanto muy frecuente.
- Adquiere un patrón irregular de alimentación.
Características de la madre
sana con apego normal
- Contenta con su recién nacido.
- Tranquila frente al disconfort de su hijo.
- Alerta con sus demandas, que reconoce claramente.
- Muy positiva con su hijo.
- Reconoce y respeta su temperamento.
- Le ayuda a organizarse.
- Se adapta a su patrón y ritmo de alimentación.
Características
de la madre sana con apego patológico
- Ansiosa y deprimida frente al disconfort de su hijo.
- No entiende ni atiende bien demandas de su hijo.
- Muy estresada y sobreprotectora con su hijo.
-
Desconoce su temperamento y ve atributos negativos en él.
-
No detecta las claves de hambre o plenitud y tiende a sobrealimentarlo.
-
Hipoestimula o sobreestimula.
-
No logra un ritmo y patrón alimentario normal.
Características
del lactante de 6 a 12 meses sano con apego normal
-
Alerta, sonriente, feliz, reactivo.
-
Mirada y actitudes proclives a la comunicación.
-
Comunicación vocal, táctil y mimicogestual.
-
Prefiere a sus padres, en vez de otros adultos.
-
Disfruta la alimentación (¡Es un gourmet¡).
-
Comunica claramente hambre y saciedad.
- Patrón alimentario y de sueño bien regulados.
Características
de madre e hijo de 6 a 12 meses con apego normal
- Placer consigo misma y su hijo.
- Comprometida y estimuladora.
- Ve atributos positivos en la conducta de su hijo.
- Alimentación placentera para ambos.
- Optima calidad y cantidad de lactancia y otros
alimentos.
- Toma y acuna bien, en sus brazos a su hijo.
Características
del lactante de 6 a 12 meses con apego patológico
- Triste, retraído e hipervigilante.
- Evita contacto visual.
- Vocaliza poco o no lo hace.
- Ausencia de conductas anticipatorios.
- Esquivo, al tomarle en brazos.
- Indiferente con los adultos.
- Vómitos frecuentes.
- Indiferencia con su madre y la alimentación, pero no
con la cuidadora.
Características
de la madre del lactante de 6 a 12 meses, con apego patológico
- Desapegada y deprimida.
- Ansiosa y agitada.
- Comparte poco tiempo con su hijo.
- Fallas en la interacción.
-
No responde ni entiende claves.
-
El acto de alimentación es mecánico, sin afecto.
-
Toma mal a su hijo, en sus brazos.
-
Escaso contacto visual entre ambos.
- Indiferente con la nutrición de su hijo.
Con estos elementos de observación es posible detectar
precozmente una disfunción en el apego, que habitualmente se asocia a problemas
en la lactancia natural, es de la más alta importancia que los profesionales de
la salud sepan y puedan enfrentar esta situación, un buen apego junto a una
lactancia materna eficiente son determinantes para una excelente salud física y
emocional del niño en el futuro, incluyendo un mejor coeficiente intelectual.
L.1, F. P. (8 de octubre de 2001-2002.). Facultad de
Medicina,. Recuperado el 13 de mayo de 2015, de Facultad de Medicina,:
http://www.scielo.cl/pdf/rcp/v78s1/art08.pdf
L.1, F. P. (OCTUBRE
2007). APEGO Y LACTANCIA NATURAL. REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA,
96-102.
Considero que el apego inmediato es muy importante, ya que al realizarlo estamos favoreciendo la relación entre madre e hijo y favoreciendo a la lactancia materna.
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