Orientación a la lactancia materna, indicaciones
contraindicaciones, técnica de alimentación al recién nacido
LACTANCIA MATERNA
Concepto
Lactancia
materna es un término usado en forma genérica para señalar alimentación del
recién nacido y lactante, a través del seno materno. Sin embargo, existen
diferencias en cuanto a su práctica. Estas tienen repercusión en la salud del
niño.
Clasificación
Lactancia
materna puede ser completa o parcial.
La
lactancia materna completa puede ser exclusiva o sustancial.
Lactancia exclusiva: Es la alimentación del niño con leche
materna, sin agregar otro tipo de líquido o sólido, con fines nutricionales o
no.
Lactancia sustancial o casi exclusiva: Es la alimentación del seno
materno, pero brinda agua o té entre las tetadas.
La lactancia puede ser alta,
media o baja y clasificarse como: temprana, intermedia y tardía.
Alta: Cuando el 80% del total de tetadas son con el seno materno
Media: Cuando se da seno materno entre el 20 y 79% de las tetadas.
Baja: Cuando se da seno materno en menos del 20% de las tetadas.
Lecha
temprana: Secretada durante las primeras semanas de lactancia.
Leche
intermedia: Secretada durante los dos a seis meses de amamantamiento.
Leche
tardía: A partir del séptimo mes.
Cantidad
de leche secretada durante las primeras semanas es de 15 a 45 ml.
Durante
el primer mes es de 50 a 120 ml.
Factores
que modifican la composición química y la cantidad de la leche materna:
horario, estado de nutrición, emociones, mestruación, nuevos embarazos y
estados patológicos ya sean ligeros o pasajeros.
CALOSTRO
Es un
líquido viscoso y de color amarillento, que las glándulas mamarias segregan
durante los 3 o 4 días después del nacimiento. Está compuesto por agua,
proteínas, minerales, es rico en azúcar, bajo en calorías y en grasas. Es
perfecto e insustituible para el bebé por su alto valor nutritivo y su fácil
digestión. Además, de sus más de 30 componentes, 13 se pueden encontrar únicamente
en el calostro. La cantidad de anticuerpos que posee hace que el bebé esté
protegido frente a determinadas infecciones intestinales y respiratorias hasta
que se desarrolle su propio sistema inmunológico. Además de su alto nivel
nutritivo, favorece el desarrollo de su sistema digestivo y ayuda a evacuar el
meconio. Por eso, es imprescindible que se pegue al niño al pecho al momento de
nacer y las primeras 48 horas.
COMPONENTES
DE LA LECHE MATERNA
VENTAJAS DE LA
LACTANCIA MATERNA
Las ventajas de la
alimentación del seno materno son mas evidentes en los primeros 6 meses de
vida, pero sus efectos se prolongan hasta los dos años de vida.
·
Contiene una alta
capacidad protectora de padecer enfermedades como la: colitis necrosante,
infecciones gastrointestinales, neumonías, infección respiratoria, presentar
menores tasas de obesidad diabetes mellitus, infecciones urinarias, caries
temprana.
·
La leche materna no
cuesta nada, esta al momento y esta echa especialmente para satisfacer las
necesidades de los bebes.
·
Es importante
mencionar que el ejercicio de la lactancia evita, promueve o estimula un
adecuado desarrollo de los mecanismos de deglución y masticación.
·
Otra de las ventajas
es que a través de la lactancia se facilita la relación de acercamiento o apego
entre madre e hijo, por el contacto piel a piel, ojo a ojo y principalmente el vínculo
binomio madre.
Bibliografía
Reyes, M. M. (2005). LACTANCIA
MATERNA. Recuperado el 13 de MAYO de 2015, de
http://tuxchi.iztacala.unam.mx/cuaed/comunitaria/unidad3/images/lactancia.pdf
A. CONTRAINDICACIONES
1. Infección por
el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Se ha demostrado la
transmisión del VIH tipo 1 por la leche materna. La infección materna por VIH
constituye una contraindicación para la lactancia en países desarrollados. La
situación es distinta en los países en vías de desarrollo, donde las
enfermedades infecciosas y la malnutrición constituyen las principales causas
de muerte en la infancia. En estas circunstancias la lactancia materna es crucial
para la supervivencia del lactante, al no disponer de alternativas seguras.
Por este motivo, la
OMS recomienda que en dichos países las madres infectadas por VIH mantengan la
alimentación al pecho, ya que sus beneficios superan el riesgo de transmitir el
virus.
2. Galactosemia.
La lactancia materna está
contraindicada en los niños afectos de galactosemia.
Estos niños deberán
recibir una dieta sin lactosa ni galactosa por la que habrá que excluir la
leche y todos los productos lácteos y sustituirlos por fórmulas especiales.
3. Fármacos y drogas contraindicadas
durante la
Contraindican la
lactancia materna la quimioterapia y radioterapia en el tratamiento del cáncer.
La bromocriptina y la cabergolina usada para el tratamiento de los
prolactinomas también contraindican la lactancia materna.
El consumo de drogas
como heroína, cocaína, anfetamina y marihuana también es incompatible con la
lactancia materna. La metadona en cambio, no comporta riesgo para el lactante,
ya que pasa en cantidades mínimas a la leche materna; por otro lado, se ha
comprobado que la lactancia materna tiene un efecto beneficioso en estos niños,
al mejorar la evolución del síndrome de abstinencia neonatal y disminuye los
días de hospitalización.
B. CIRCUNSTANCIAS QUE
REQUIEREN UNA VALORACIÓN
INDIVIDUALIZADA
1. Enfermedades
infecciosas maternas:
HEPATITIS C
El riesgo de
transmisión del virus de la hepatitis C a través de la leche materna es bajo,
pero aumenta cuando la madre también es portadora del VIH o si se trata de una
hepatitis activa, con sintomatología clínica. La infección por este virus no
contraindica la lactancia materna, excepto en los casos señalados.
CITOMEGALOVIRUS
La tasa de infección
por CMV en lactantes de madres portadoras es alta
(63%). En los
lactantes a término la infección cursa de forma asintomática o con síntomas
leves y no deja ningún tipo de secuelas. En estos niños la lactancia materna no
está contraindicada, pero sí lo esta en los lactantes prematuros y lo que
sufren algún tipo de inmunodeficiencia, que tienen mayor riesgo de presentar
síntomas graves y secuelas neurológicas.
HERPES SIMPLE
Únicamente si la
madre presenta lesiones herpéticas activas en los pezones o cerca de ellos debe
interrumpirse la lactancia materna hasta que las lesiones sanen. Para prevenir
el contagio es importante el lavado cuidadoso de las manos y cubrir las
lesiones activas de la piel.
SÍFILIS
La presencia de
lesiones cutáneas de sífilis en el pecho o en el pezón contraindica la
lactancia materna, ya que pueden contener el treponema. El niño debe ser
aislado de la madre y recibir tratamiento con penicilina G si lo precisa.
INFECCIONES BACTERIANAS
GRAVES
Cuando la enfermedad
produce una importante afección del estado general de la madre, se puede
suspender la lactancia durante las primeras 24 horas de tratamiento,
continuándola después si se administra a la madre un antibiótico compatible con
la lactancia.
BRUCELOSIS
Si la madre ha sido
diagnosticada cuando ya ha comenzado la lactancia, es probable que el niño esté
contagiado y ambos necesiten tratamiento. No ha acuerdo sobre la necesidad de
suspender la alimentación al pecho hasta que se complete el tratamiento.
ENFERMEDAD DE LYME
Si la madre se
diagnostica y trata durante el embarazo puede dar el pecho sin riesgo de
contagio. Si se diagnostica después del parto la madre debe recibir tratamiento
inmediato. Será necesario tratar también al niño si presenta síntomas, como
exantema o fiebre. Una vez que se haya iniciado el tratamiento se puede
reanudar la alimentación al pecho.
TUBERCULOSIS ACTIVA
Si se diagnostica
durante el embarazo debe iniciarse el tratamiento de inmediato para evitar el
riesgo de contagio cuando el niño nazca. Si se diagnostica al final de la
gestación o después del parto, se debe tratar a la madre lo antes posible,
existiendo controversia sobre la necesidad de separar al niño de la madre.
La OMS aconseja no
separarlos y administrar al niño isoniacida durante 6 meses si la madre llevaba
menos de 2 meses de tratamiento, mientras que algunos autores recomiendan la
separación hasta que hayan transcurrido las 2 primeras semanas de iniciado el
tratamiento y la madre ya no sea contagiosa (frotis de esputo negativo). Cuando
termine el período de aislamiento se puede reanudar la alimentación al pecho,
aunque la madre continúe con el tratamiento.
VARICELA
El virus de la
varicela-zoster puede atravesar la placenta y producir un cuadro de varicela
congénita o de varicela perinatal. Si el contagio ocurre entre 21 días y 5 días
antes del parto, generalmente produce un cuadro leve, debido al efecto
protector de los anticuerpos maternos frente a este virus, que han podido ser
transmitidos a través de la placenta. Pero cuando el contagio ocurre en los
últimos 5 días del embarazo o en las primeras 72 horas después del parto, puede
producir una infección grave en el recién nacido (varicela diseminada). Para
prevenirla se debe administrar al niño inmunoglobulina específica y aislarlo de
su madre de forma temporal hasta que ella no sea contagiosa (unos 6-10 días),
hasta que empiezan a secarse las lesiones y no aparecen nuevas lesiones.
Durante ese tiempo,
la madre puede sacarse la leche. Si no tiene lesiones en la mama, esa leche se
le puede dar al bebé, pero si las tiene es mejor que no se la de porque puede
contagiarse al manipular los pechos.
Si la infección
materna se produce durante la lactancia, después de las 72 horas siguientes al
parto no es necesario aislar al niño, porque se supone que ya ha estado
expuesto. Si la madre no presenta lesiones en la mama, puede continuar con la
lactancia.
Los anticuerpos
presentes en la leche materna desde antes de las 72 horas del inicio de la
enfermedad, pueden contribuir a mejorar la evolución de la varicela, si el
lactante finalmente la contrae. Si tiene lesiones en los pechos, se puede
extraer la leche, para evitar el contacto directo, pero en este caso también
vale la pena dársela al bebé por los anticuerpos específicos que aportará.
La
lactancia materna se inicia gracias a la succión de su bebé en el pecho, así
que es conveniente que le ponga el pecho tan pronto como sea posible.
Posición
de la madre
·
Sentada recta en la silla, sujete a su bebé en el regazo a la altura del pecho.
Si lo necesita ponga una almohada debajo del bebé o un pequeño taburete debajo
de sus pies.
·
Si está en la cama deberá encontrar la posición correcta. Es importante que
esté cómoda y relajada, ya que probablemente necesitara 30 minutos cada vez que
del pecho.
Posición
del bebé
·
Coloque al bebé mirando hacia Ud. con la cabeza apoyada en su antebrazo, no en
la curva interior del codo y debe sujetarle el cuello y la cabeza por
debajo, con la otra mano.
·
Recuerde, eleve al bebé hacia el pecho y no el pecho hacia el bebé.
·
Al comienzo de la toma, pegar su cuerpo junto al suyo y roce sus labios contra
el pezón. Su boca se abrirá como si bostezara, atraiga su cabeza suavemente
hacia su pecho para asegurarle que pueda tomarlo.
·
Asegúrese de que la barbilla de su bebé, el labio inferior y la lengua estén en
contacto con el pecho y de que el pezón esté en la parte trasera de su boca.
Debería haber un pequeño espacio entre el pecho y la nariz del bebé.
Fin de la
toma
Pasados
unos minutos, cuando la fuerza y la succión disminuye, conviene que suspenda la
toma antes de que el bebé comience a tragar aire o se quede dormido, para
ponerlo del otro lado.
Reyes, M. M. (2005). LACTANCIA MATERNA.
Recuperado el 13 de MAYO de 2015, de http://tuxchi.iztacala.unam.mx/cuaed/comunitaria/unidad3/images/lactancia.pdf
En mi opinión considero que las técnicas de amamantamiento son muy importantes, ya que con una posición correcta estamos favoreciendo el adecuado consumo de la leche materna y el apego inmediato es vital para que tengan una buena aportación de nutrientes y favoreciendo el desarrollo del recién nacido.
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